El cap de setmana del 4 i 5 d'octubre tenim prevista una eixida per anar a Manzanera i visitar també Mora de Rubielos.
Començarem amb una marxa:
El recorregut
programat és la senda del riu Torrijas i fonts de Manzanera, senzill i fàcil recorregut per la ribera del riu
Torrijas al seu pas per Los Cerezos y
Manzanera, passant després per tres de
les fonts més conegudes de la localitat . Recorregut sense cap desnivell
important. Són uns 17 km entre anada i
tornada per la mateixa senda. Qui no vulga fer tot el recorregut, pot tornar
quan es canse. Podrem contemplar sabines, carrasques i pins enormes.
Cal portar esmorzar i
dinar, ja que pararem segons el temps i
la marxa.
Balneario El Paraíso de Manzanera
en Manzanera
En las estribaciones de los
Montes Universales, el Balneario está enclavado en la Sierra de Javalambre, en
el valle donde confluyen los ríos Paraíso y Torrijas. Pertenece al término
municipal de Manzanera, localidad al sur de Teruel, en el límite entre Aragón y
Valencia.
Rodeado de bosques de pinos y
sabinas y a una altitud de 1050 metros sobre el nivel del mar, el balneario
está considerado como hotel de montaña y estación termal de primer orden.
Situación
Situado en la Sierra de
Javalambre, a 4 km. de Manzanera, 57 Km de Teruel y 110 Km de Valencia
Características
de las aguas
Hipertónicas, clorurado-sódicas y
sulfatado-cálcicas-magnésicas.
Indicaciones
terapéuticas
Aparato digestivo: estreñimiento,
enfermedades del hígado y vesícula biliar. Afecciones dermatológicas:
psoriasis, eccemas, acné. Aparato locomotor: reumatismos crónicos, secuelas
postraumáticas, recuperaciones funcionales. Aparato respiratorio: afecciones
respiratorios crónicas y tabaquismo. Tratamientos antiestrés y síndromes de ansiedad.
Técnicas de
tratamiento
Piscina termal Activa, baño con
hidromasaje, ducha de chorro a presión, ducha filiforme, ducha circular,
aerosoles, vaporarium, masajes terapéuticos, ducha Vichy, parafangos, parafina,
presoterapia. Tratamientos de estética.
Manzanera
Manzanera,
con una altitud de 996 m, y una extensión de casi 200 km2, está situada al sur
de Teruel, a los pies de la Sierrade Javalambre, enclavada en la frontera entre
Aragón y Valencia, lo que la ha convertido desde siempre en lugar de obligada
visita. Se encuentra a 50 km. de Teruel y 100 de Valencia y cuenta con un clima
mediterráneo continental con inviernos fríos y veranos muy agradables.
El
municipio tiene en la actualidad 560 habitantes repartidos entre el
núcleo y las poblaciones de Los Cerezos, Alcotas, Los Olmos, Las Alhambras y
Paraíso Bajo.
Carrascales,
sabinares y frondosos pinares tapizan con intensa vegetación el territorio;
infinidad de manantiales nutren de abundante agua los tres ríos (Torrijas, Los
Olmos y Paraíso) que al llegar a Manzanera unen sus aguas y hacen de sus valles
lugares de asentamientos urbanos, agricultura de regadío e incomparable espacio
para el esparcimiento y disfrute del tiempo libre.
A
todo el amplio conjunto de ecosistemas boscosos y fértiles valles debemos
añadir, con especial énfasis, el paraje natural de las zonas altas de la
sierra, con la singular “sabina rastrera” que crea uno de los paisajes más
característicos de la comarca de Javalambre.
Historia
Como se ha podido establecer por
los diferentes yacimientos encontrados, parece ser que los primeros
asentamientos humanos en esta zona se remontan al Paleolítico. Los
vestigios más antiguos que existen son de la Edad de Bronce, aparecidos en el
Cerro de la Solana, El Castellar, Cerro de la Masía de Fuertes y en Las
Alhambras. De la época íbera existen restos en los yacimientos del Puntal de la
Milocha y El Cerro.
De la época del Imperio Romano
conservamos una atractiva lápida votiva dedicada a Hércules y se han encontrado
monedas en el Corral de Mosen Pedro y ánforas enla Fuente Viejade Alcotas y en
Las Alhambras, lo que nos indicaría una sólida presencia en la zona.
En la época de dominación
musulmana la zona de Manzanera fue repoblada por musulmanes de etnia Beréber,
originarios del norte del Atlas, que se establecieron en la zona posiblemente
por la afinidad de estas tierras con sus lugares de origen y la similitud en
las actividades económicas, básicamente ganaderas, que ofrecíala zona.
Abundantesmuestras de esta dominación han quedado en la etimología de la zona,
con nombres de origen arábigo como Alcotas, Albentosa o Javalambre (Javal Ambr
en árabe, cuya traducción literal sería la “montaña roja”, dado el color
característico de las tierras de la comarca).
Fue reconquistada a los musulmanes
en 1202, por el rey Pedro II de Aragón (dato obtenido de un pergamino existente
en el archivo de la Corona de Aragón) y donada a Berenguer de Entenza para su
repoblación (Carta Puebla de Manzanera. Archivo Corona de Aragón, reg. 11, fol,
155 vº y perg. 1, del apéndice de Pedro I (carpeta 65), tal como explica el
doctor Antonio J. Gargayo Moya en su obra El Concejo de Teruel enla Edad
Media1177-1327. Sin embargo esta primera ocupación fracasó, perdiéndose el
enclave en una fecha no precisada. En 1231-32 se encontraba en poder de los
musulmanes, siendo saqueada por las huestes concejiles turolenses. Fue
nuevamente conquistado pocos años después, coincidiendo con el definitivo
avance aragonés hacia Valencia.
Jaime I (1213-1276), hijo del
anterior monarca concedió a la población el título de Villa, al ser un enclave
fronterizo bien amurallado. Para establecer el límite occidental del Reino de
Valencia, en su punto lindante con Aragón, tomó como base del mismo la cuenca
del Mijares (Millars) La frontera utilizaba el llamado río de las Truchas
(antigua denominación del río El Paraíso en la documentación de los siglos XVI
y XVII) y seguía hacia el sur. Por el río de las Truchas se va hacia el Camino
de Abejuela y Arcos de las Salinas de donde se desciende hacia Alpuente en la
cuenca del río Turia dentro del reino de Valencia. Alpuente, con el nombre de
“Alpont” fue sede del antiguo Reino de Taifas, que fue conquistado por el “Cid
Campeador”.Maçanera (ese era el nombre de la Villa en su Carta Fundacional) fue
el último enclave de Aragón arrebatado a los árabes.
Manzanera figuraba como castillo
fronterizo y recinto fortificado frente a los musulmanes de Alpuente y los que
podían descender por Arcos de las Salinas desde el reino musulmán de Valencia.
Se da la curiosidad que el propio Berenguer III de Entenza murió en una acción
bélica contra los sarracenos en las proximidades de la villa.
Manzanera fue heredada por sus
hijos Berenguer IV de Entenza y Gombau de Entenza, quienes participaron
activamente en la conquista de Valencia a las órdenes del rey Jaime II. De
hecho, la villa sirvió, en un primer momento, como plataforma logística para
llevar a cabola conquista. Unavez la frontera se desplazó al sur, la
importancia estratégica de la villa perdió importancia.
La fortaleza estuvo vinculada a
los Entenza hasta bien entrado el siglo XIV, momento en el que Teresa de
Entenza se casa con el infante Alfonso (futuro Alfonso IV), dejando en herencia
la fortaleza y el señorío a su hijo, el futuro rey Pedro IV; de este pasó a Juan
I, que en 1390 se lo concede a Pedro Ladrón de Vilanova, de forma paralela a la
institución del vizcondado de Chelva. D. Pedro Ladrón de Vilanova fue fundador
del convento de San Francisco, de Manzanera, cuya bula fundacional es la
más antigua de esta orden en Aragón.
Durante casi un siglo y medio
Manzanera perteneció al vizconde de Chelva, aunque fue efímeramente ocupada por
Ximeno de Urrea, señor de Biota, hasta que, el 26 de agosto de 1537, Pedro
Ladrón vendió este señorío a D. Fernando de Aragón, duque de Calabria, que la
adquirió, según se desprende de las ordinaciones que mandó redactar, por su
afición a la caza y la pesca tan abundantes en ese territorio. (Una copia de
estas ordinaciones fue publicada por el Ayuntamiento de Manzanera en enero de 2008,
pudiéndose adquirir una copia de las mismas en el citado Ayuntamiento)
El duque de Calabría había sido
heredero del Reino de Nápoles, que le fue denegado por disputas entre los
reinos español y francés. Estuvo casado con Doña Germana de Foix, segunda esposa
de Fernando el Católico, siendo nombrados ambos virreyes de Valencia por Carlos
I.
En su testamento del 25 de
octubre de 1550, el duque, instituyó heredero de todos sus bienes al Monasterio
de San Miguel de los Reyes de Valencia; monasterio del que Germana y él habían
promovido la construcción y querían convertir en su mausoleo. El convento tomó
posesión de la villa de Manzanera el 3 de noviembre de ese mismo año.
Durante la edad moderna, la villa
de Manzanera se convirtió en un próspero enclave comercial gracias al comercio
de la lana, que atraía a mercaderes italianos y catalanes que buscaban materia
prima para su floreciente industria textil.
La villa perteneció al Monasterio
hasta el año 1805, cuando, con arreglo a una Real Orden del 6 de junio de 1797,
se solicitó la incorporación de la villa ala Corona. Después de un lento
pleito, el 16 de diciembre de 1828, el Monasterio renunció al señorío y
traspasó a favor dela Real Hacienda todo el derecho y acción que tenía y
pudiera tener sobre la villa.
Entre junio y diciembre de 1810,
albergó la Junta Superior de Aragón y Castilla, en el contexto de la guerra de
Independencia napoleónica o Guerra del Francés (1808-1812)
En el desarrollo de la primera
guerra Carlista, el 25 de octubre de 1835, la columna de Amor y Buil alcanzó en
Manzanera al Comandante en Jefe de las fuerzas carlistas del Bajo Aragón, Ramón
Cabrera y Griño, Conde de Morella, a quien hizo retroceder y que se hizo célebre
por sus crueldades y represalias. En 1839, los carlistas fortificaron
Manzanera, siendo atacado su fuerte por el general Hoyos y cañoneado desde el
amanecer del 14 de diciembre de dicho año hasta que se rindieron los 45 hombres
que lo defendían.
En 1835 el Convento o Monasterio
de los Franciscanos que existía en la confluencia de los ríos de Los Olmos y El
Paraíso, fundado por D. Pedro Ladrón de Vilanova en 1390, desapareció a raíz de
la conocida desamortización de Mendizábal. Los altares pasaron a la Parroquia,
de donde desaparecieron en 1936 durantela Guerra Civil. Algunascasas
particulares conservan restos de pavimentos, zócalos y azulejos del Monasterio
y la puerta del mismo podemos encontrarla en un hostal de Jérica llamado “El
Hostalejo” (según se desprende del artículo sobre Manzanera publicado por
Felipe Mateu y Llopis) (para más información sobre el Monasterio puede
consultarse el libro de D. Javier Martín Noguera “Iglesia Parroquial de El
Salvador, de Manzanera”)
A fines del siglo XIX la villa
conservaba parte de la muralla y las torres perimetrales pero durante la Guerra
Civil española Manzanera se halló en el epicentro de un frente estabilizado y
con dos ejércitos que aplicaron una estrategia de desgaste y tierra quemada que
supuso la práctica desaparición de muchos bosques, caminos y masías de la zona,
así como un importantísimo deterioro, cuando no la destrucción total, de las
infraestructuras y viviendas dela población. El frente de Teruel se mantuvo
estabilizado en Manzanera desde julio de 1936 hasta finales de 1938. Durante
este período la villa fue evacuada en diversas ocasiones.
Durante la posguerra de la Guerra
Civil fue un importante enclave del los maquis de la zona de levante.
Su conjunto urbano fue premio
nacional de embellecimiento “Conde de Guadalhorce” en 1971.
El escudo de la villa de
Manzanera fue aprobado por el Ayuntamiento el 28 de febrero de 1994 y
autorizado por la Diputación General de Aragón el 14 de febrero de 1995.
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