El proper diumenge, 2 de novembre, anem a caminar a SUERAS ( Castell de Maús, font de Castro, Suera Alta...) El guia serà Vicent Carreras.
L'eixida serà a les 9h des de la plaça del Mercat amb cotxes particulars.
Per a que aneu fent boca vos deixem aquest article de Dolores Casado, que ens ha semblat molt interessant.
Las
sendas del tiempo en Sueras
Las montañas parecen cubiertas
por terciopelo verde, no hay espacios de tierra, todo está repleto de pinos.
Dolores Casado Cervelló
¿Cuántas veces me habré encontrado con la misma situación? “¿De dónde
eres?” A lo que yo respondo, “de Sueras“. Poca gente conoce dónde
está mi pueblo. Generalmente, y para abreviar, en estas situaciones las gentes
de Sueras, ante la cara de poker que se le queda al interlocutor, añadimos, “a
8 kilometros de Onda“, y entonces se hace la luz, la gente sigue sin saber
dónde vivo, pero por lo menos lo relacionan con una localidad que
conocen. Aunque no siempre pasa, porque si algo tiene Sueras es que deja
huella. Y el que lo conoce siempre te manda recuerdos para algún conocido,
relata lo bien que lo ha pasado o lo encantador del lugar.
Así que si aún no queda claro dónde está mi localidad podemos afirmar que
Sueras es una pequeña localidad de la comarca de la Plana Baixa situada
en el extremo este del paraje natural de la Sierra de Espadán.
Si hay algo que se puede destacar de este pueblo es la vegetación que lo
rodea. Bosques repletos de pinos lo custodian y claro, entre tanta vegetación,
fuentes de agua natural. Muchísimas fuentes, la del Avellaner, la del
Cantal, La del Porc, la Bocamina, Els Ullals, la del Riu, la de Cantalobos, la
del Corral Blanc… y entre ellas la más famosa, la de Castro. Una fuente con 16
caños por la que emana abundante agua ininterrumpidamente. Nadie que yo sepa la
ha visto seca nunca.
En Suera Alta el caminante podrá ver como la naturaleza ha ido ganándole la
partida a la civilización
Otro de los elementos que llama la atención al llegar a Sueras, es el castillo,
porque esta localidad de más o menos 600 habitantes, posee castillo propio,
pequeño y maravilloso por su emplazamiento en lo alto de un cerro de unos
560 metros sobre el nivel del mar. Aunque esté en ruinas sigue
mostrándose inexpugnable en lo alto de su atalaya. Recortado sobre el cielo aún
se puede advertir la base de su torre del homenaje y algunos lienzos de
muralla.
En Sueras siempre ha habido costumbre de ir con los amigos o la familia,
mochila al hombro y gorra, a recorrer las diferentes sendas que llevan a las
fuentes o los restos de asentamientos anteriores a la fundación de la localidad
actual. Incluso existe la romería de San Bartolo, en la que los
habitantes del pueblo van al antiguo despoblado de Suera Alta.
Porque en Sueras, el senderismo siempre ha estado de moda para
niños, mayores, grupos de jóvenes, señores de edad avanzada. Y es que hay
sendas de todo tipo y para todo tipo de resistencias y edades.
En esta ocasión nos vamos a centrar en la que mostrará al caminante los
lugares más representativos de las montañas de Sueras. La llamaremos Sueras-Font
de Castro-Castell de Mauz-Sueras.
Dos caminos para la primera etapa
Como en los cuentos de infancia, existen dos caminos por los
que poder realizar la primera etapa de la ruta hacia la Font de Castro.
Una pista asfaltada, a lo largo de la cual podemos bajar fácilmente a la Font
de la Bocamina o la Font dels Ullals, o por el denominado Camí Vell, una senda
ancha que posee el encanto de transcurrir entre la vegetación.
Si optamos por esta última, nos podemos desviar y alcanzar el
despoblado de Suera Alta uno de los poblados que pasaron a formar parte del
actual Sueras.
En Suera Alta el caminante podrá ver como la naturaleza ha ido
ganándole la partida a la civilización. Las casas y corrales se muestran
desnudos ante nuestros ojos. De ellos sólo queda el esqueleto de lo que en otro
tiempo fueron. Aún así es de remarcar la calma que desprende este paraje
en el que civilización y naturaleza han sabido conjugarse.
Desde aquí se puede observar la pista asfaltada que lleva a Castro y en la
que no es difícil encontrarse a algún lugareño paseando y charlando
animadamente.
Deshaciendo el camino andado volveremos a la senda hacia la Font de Castro.
Los pájaros les acompañarán con su canto por este camino de peculiar tierra
morada, debido a la gran cantidad de piedra de Rodeno que hay en el lugar.
Casi llegando a nuestro primer destino podemos coger otro desvío, (todos están debidamente señalizados con paletas en las que verán el lugar al que se dirigen y el tiempo estimado que se necesita para alcanzar el punto deseado); para dirigirnos en esta ocasión, a los Corrales de Castro, que se encuentran en mejor estado de conservación que el despoblado de Suera Alta, ya que no hace más de medio siglo desde que cayeron en desuso. En ellos aún se conserva el entramado de calles e incluso algunas casas o corrales poseen sus puertas originales.
Casi llegando a nuestro primer destino podemos coger otro desvío, (todos están debidamente señalizados con paletas en las que verán el lugar al que se dirigen y el tiempo estimado que se necesita para alcanzar el punto deseado); para dirigirnos en esta ocasión, a los Corrales de Castro, que se encuentran en mejor estado de conservación que el despoblado de Suera Alta, ya que no hace más de medio siglo desde que cayeron en desuso. En ellos aún se conserva el entramado de calles e incluso algunas casas o corrales poseen sus puertas originales.
Volviendo a la senda principal, llegaremos a la Fuente de
Castro. Llegados a este punto, si el caminante no es muy avezado en esto del
senderismo, lo recomendable es hacer una parada más larga para descansar un
poco, ya que habremos caminado unos 40 minutos. Así que beban de la fuente,
refrésquense y párense a escuchar el ruido de tan colosal cantidad de agua
dirigiéndose hacia el barranco. Si lo desean, pueden comer en este
lugar, ya que posee un área de picnic y un espacio habilitado para hacer
barbacoas, o torraes. Aunque este solo se puede usar en determinados
meses del año debido al alto riesgo de incendio del lugar. Lo mejor es
consultar en el ayuntamiento si se puede o no hacer fuego en el lugar u
observar si hay alguna indicación en el propio lugar.
El camino se complica
Y es ahora cuando el camino se complica. Volviendo por la senda por la que
hemos venido, comenzaremos el ascenso hacia el Castell de Maús. En unos
30 minutos por la pendiente de la montaña, casi siempre hacia arriba,
llegaremos al castillo, en un principio tapado por los pinos. Siguiendo la
senda llegaremos a su parte delantera, donde podremos disfrutar de las
excelentes vistas que alcanzan hasta el mar. En este enclave es donde mejor se
advierte la riqueza botánica de la zona. Las montañas parecen cubiertas
por terciopelo verde, no hay espacios de tierra, todo está repleto de pinos.
Una vez explorado el lugar, y descansado, procederemos al descenso, pero,
en este caso, cambiaremos de senda yendo hacia delante, es decir, dejando el
castillo a la espalda. Mediante un descenso prolongado llegaremos al lugar por
donde hemos venido, a las huertas del pueblo.
En Sueras, el senderismo casi se lleva en la sangre, por eso mis
indicaciones pueden parecer algo vagas. Lo más recomendable en el caso de no
haber estado nunca en el lugar, es pasarse por el ayuntamiento o la oficina de
turismo (abierta los fines de semana), para obtener indicaciones más precisas.
Y no duden en preguntar a los lugareños, que, de buen agrado, les indicarán.
¡Buen camino!
En la Fuente de Castro beban de la fuente, refrésquense y párense a
escuchar el ruido de tan colosal cantidad de agua dirigiéndose hacia el
barranco.